Una de las primeras propiedades del aceite de coco que debes conocer es que es incoloro por encima de 25ºC y es de color blanco cuando está en su forma sólida. Tiene el típico olor a coco y se vuelve líquido a los 25º; así que por debajo de esa temperatura lo encontrarás en estado sólido.
El aceite de coco se compone casi al 90% de grasas saturadas, la mayor parte de las cuales son los beneficiosos Ácidos Grasos de Cadena Media (AGCM).
Cuando ingerimos AGCM nuestro cuerpo los digiere más fácilmente y los usa de forma diferente.
Así, mientras que otras grasas se almacenan en el cuerpo, los AGCM se envían directamente al hígado donde se convierten inmediatamente en energía. Esta rápida absorción aligera el trabajo del páncreas, el hígado y el sistema digestivo, a la vez que nos da mayor energía y vitalidad.
Es importante que sepas que ingerir grasas saturadas es saludable ya que nos proporcionan una fuente concentrada de energía y son fundamentales para nuestro organismo.